Toulouse, 12 de noviembre de 2025. El macizo pirenaico atraviesa una “fase crítica” y es urgente identificar los riesgos y actuar para minimizar el impacto ante eventos hidro climáticos extremos que ya tienen repercusión en el territorio y en la vida de las personas que lo habitan. Así lo advierte el dictamen técnico presentado esta mañana en Toulouse por el proyecto LIFE-SIP Pyrenees4Clima, integrado por 46 entidades socias y liderado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC).

En el documento, las principales entidades científicas y administrativas de Cataluña, Aragón, Navarra, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra especializadas en la temática de riesgos, representadas en este organismo, lanzan un llamamiento urgente para acelerar la acción climática en las zonas de montaña ante los crecientes riesgos y exponen 16 recomendaciones para activar la prevención y preparar el territorio ante mega incendios y fenómenos naturales desfavorables. La lista, detallada al final de la nota de prensa, incluye medidas tan diversas como el mantenimiento del paisaje agrosilvopastoral en mosaico a causa del abandono y la falta de relevo generacional(diversificación de los usos del suelo), la reactivación del uso agroganadero extensivo a escala regional, o el cambio en la concesión de ayudas y pagos al sector primario, ligando estos pagos al número de cabezas o hectáreas. También plantea el desarrollo de protocolos de emergencias forestales y de seguridad y combate ante la piroconvección (fenómeno meteorológico extremo que ocurre cuando las intensas columnas de aire caliente generadas por un incendio forestal o una erupción volcánica crean nubes de tormenta).
El dictamen técnico alerta de que los Pirineos se están calentando un 30 % más rápido que la media global, con un aumento de 1,9 °C desde 1960, y que los efectos ya son visibles en la proliferación de macro incendios, sequías extremas. Factores climáticos que se ven exacerbados por el abandono rural, que a su vezreduce la capacidad de respuesta del territorio. Las recomendaciones específicas que plantean parten de la experiencia de proyectos previos y de la reflexión de los 46 socios en el proyecto europeo LIFE-SIP Pyrenees4Clima y en concreto en las experiencias en terreno ejecutadas desde 2024 a través de 33 casos piloto demostrativos. El objetivo del dictamen también es poner a disposición del territorio su conocimiento científico y experiencia.
Las 23 firmantes del “Dictamen ante los riesgos naturales climáticos en los Pirineos” describen el verano de 2025 para la península ibérica y el sureste de Francia como “devastador”, con dos olas de calor consecutivas que batieron récords y desencadenaron incendios con un comportamiento inédito, por lo que es urgente tomar medidas preventivas. Según datos del sistema europeo EFFIS/Copernicus, el fuego ha arrasado más de un millón de hectáreas en la Unión Europea, y de ellas, 400.000 en España, el 40 % del total europeo. Estos nuevos incendios, denominados de sexta generación, son “autónomos y convectivos”, capaces de generar sus propias tormentas y de modificar las condiciones atmosféricas. “Son prácticamente imposibles de detener”, señala el dictamen. Además -advierte- los modelos climáticos proyectan un incremento del peligro meteorológico de incendios en es espacio pirenaico trasnfronterizo, de que estos sean más largos y de que generen tormentas de fuego.
Ante este escenario, el informe pide una transformación estructural del paisaje que permita reducir el riesgo y fortalecer la resiliencia del macizo. Plantea recuperar los mosaicos agro-silvo-pastorales, reactivar la ganadería extensiva y adaptar la gestión forestal. Plantean, además, reclaman que se reconozca profesionalmente la labor de pastores, silvicultores y brigadas rurales, incorporándolos a la estrategia de prevención. “El abandono rural y el cambio climático son dos caras del mismo problema. Donde antes había gestión, ahora hay combustible”, recoge el texto.
El documento también reclama una coordinación transfronteriza real ante emergencias y gestión de zonas de mayor riesgo, con la creación de un Protocolo Pirenaico de Incendios Forestales que unifique la respuesta en cooperación entre España, Francia y Andorra, y una plataforma común de datos climáticos en tiempo real para anticipar olas de calor, sequías y fenómenos extremos. En la misma línea, plantea adaptar los calendarios de vigilancia y extinción a las nuevas temporadas de riesgo. En paralelo, aboga por aplicar Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS) para restaurar suelos degradados y reducir la escorrentía y la erosión tras los incendios. Estas medidas, subrayan los autores, no son teóricas: son acciones inmediatas, viables, y necesarias.
El informe insiste en que el cambio climático no puede afrontarse de forma aislada. El abandono de las actividades agropastorales tradicionales, unido a la falta de gestión forestal, ha generado una continuidad vegetal que multiplica el riesgo de incendios y agudiza sus efectos negativos. A ello se suma la baja percepción social del riesgo: entre el 80 % y el 95 % de los incendios en la región pirenaica y pre pirenaica tienen origen humano, la mayoría causados por quemas agrícolas no autorizadas, conflictos de uso, o negligencias. La comunidad científica, académica e institucional pide reforzar la educación ambiental, la formación técnica y la creación de redes de voluntariado forestal y local.
El proyecto LIFE-SIP Pyrenees4Clima, cofinanciado por la Unión Europea, desarrolla la Estrategia Pirenaica de Cambio Climático (EPiCC), adoptada por Cataluña, Aragón, Navarra, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, y defiende que solo una gobernanza multinivel, capaz de conectar ciencia, territorio y ciudadanía, podrá garantizar la seguridad y la habitabilidad de las montañas.
“La emergencia climática no conoce fronteras. Solo con cooperación transfronteriza, gobernanza local activa y financiación estable podremos garantizar un futuro habitable en los Pirineos”, concluye el documento, que cita las palabras de Marie Curie como mensaje final: “Nada en la vida debe ser temido, solo comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para temer menos”.
El proyecto LIFE-SIP Pyrenees4Clima, coordinado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC-CTP), reúne a 46 entidades científicas, técnicas y administrativas de los tres países pirenaicos. Su misión: reforzar la resiliencia del macizo frente al cambio climático mediante cooperación, conocimiento y acción conjunta.
Más información sobre el proyecto LIFE -SIP Pyrenees4Clima aquí.
Arias, Ander -NEIKER; Alberto Bernués- CITA; Canals, Rosa Mª - UPNA; Chauvin, Sebastian -FORESPIR; Douette, Michaël -CBNPMP; Fábregas, Santiago- AECT Pirineos-Pyrénées; Felts, Didier - CEREMA; Fichot, Sarah -ACAP; García-Balaguer, Eva -OPCC-CTP; Esther Guiza -OPCC CTP, Maitia, Joël -ADP; Nadal, Estela - IPE-CSIC; Papuchon, Julianne ACAP; Pascual, Diana CREAF; Pla, Eduard - CREAF; Sanz, Mª José BC3; Soubeyroux, Jean-Michel - METEO-France; Terrádez, Juan OPCC-CTP; Trapero, Laura-Andorra Recerca + Innovació; Travesset Baro, Oriol -UPC; Valero-Garcés, Blas - IPE-CSIC; Vicente, Sergio - IPE-CSIC; SEO Birdlife
Consultar el dictamen completo aquí.
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Huesca - España
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